No leemos un libro, lo vivimos

¡Hola teteros!

Hace unos días, mi hermana me pasó esta imagen por whatsapp porque sabía que me iba a sentir muy identificada con ella y me iba a gustar.

Impresionante, ¿verdad?

Que levante la mano quién no ha sufrido, reído, enfadado, llorado , enamorado o pasado miedo con un libro.

Creo que poquitas manos se han levantado, porque los que amamos la lectura no leemos el libro, lo vivimos.

Recuerdo cuando leí Tres metros sobre el cielo y ví que moría uno de sus personajes más queridos (no quiero hacer mucho spoiler), sentí como si alguien de mi entorno hubiera muerto. Sentía el vacío y lloré cuando leí esas líneas. Luego recapacité y fuí consciente de que estaba leyendo un libro, pero lo viví.

Y al igual que este ejemplo, puedo dar muchos más. 

También me he enamorado (y sigo enamorada) de un personaje literario.

Como dije en el test literario, desde que leí El Secreto de Julie Garwood, vivo enamorada de Iain Maitland. Simplemente, me encanta. (¿Por qué no pueden ser reales los personajes literarios?).

Me gustaría tanto tener una maquina para volver reales a los personajes. Creo que estaría muy cotizada jajaja.

También conozco a gente que alguna vez han preguntado lo mismo que dice la foto, que como puedo llorar por algo que no ha sucedido. Pues porque cuando leo me olvido del tiempo y de lo que me rodea, viajo hasta el lugar donde sucede la historia y la vivo.

Y así es como consigo sentir todas las emociones posibles con cada libro que leo.

Y soy feliz cuando cojo un libro. El rato que estoy leyendo no existen los problemas del día a día.

Así que, cuando vayas a leer un libro, no lo leas, ¡VÍVELO!

Nos leemos ;)